Su nombre deriva del griego agapein (amar) y ornis (pájaro); son llamadas así debido a que la hembra y el macho pasan mucho tiempo juntos. Son alegres, listos y de fácil mantenimiento. Se distinguen por su variedad de colores y su tamaño va de los 13 a los 16 según la especie. Se adaptan muy bien a la vida en cautiverio. El Agapornis roseicollis o de cara rosada es el más criado de todos y del que hay multitud de mutaciones fijadas. Pueden llegar a imitar una variedad de sonidos, son alegres, cariñosos y juguetones. Al ser introducidos a un nuevo ambiente son un poco desconfiados al inicio, por lo que requieren un tiempo de adaptación en el cual deben estar tranquilos. Poco a poco se irán acostumbrando al manejo. Deben mantenerse por lo menos en pareja de lo contrario podrían presentar problemas de origen psicogénico.
ALOJAMIENTO Y CUIDADOS
Se debe proporcionar una jaula amplia, las medidas recomendadas son de 80X60X60 cm (largo x alto x profundidad); se prefiere que la jaula sea más larga que alta debido a que el vuelo de las aves es en horizontal. La jaula debe tener barrotes por lo menos en dos lados para permitir a las aves trepar; además debe ser provista con comederos, bebederos y perchas. Por lo menos hay que colocar dos perchas a la misma altura y a distancia, para que las aves puedan volar de una a otra. Pueden ser naturales, las cuales tienen la ventaja de ser de distintos grosores, permitiéndole al ave una mayor amplitud de movimientos en sus patas al momento del agarre y ejercitando de esta manera sus músculos. También pueden ser de plástico, las cuales tienen la ventaja de ser lavables.
Es importante que las jaulas se mantengan limpias y desinfectadas, los pisos de estás deben estar libres de restos de comida y heces. Se recomienda también lavar los comederos, bebederos. Las perchas naturales deben ser reemplazadas con regularidad. Entre los padecimientos comunes están las diarreas de tipo bacteriano o parasitario, problemas respiratorios, conjuntivitis, enfermedades infecciosas que pueden ocasionar la muerte repentina de los polluelos o los huevos. Dichas enfermedades se previenen en un ambiente sin stress, con buena alimentación e higiene.
Es bueno que aprendamos a buscar información sobre las aves para cuidarlas mejor en diamante mandarin para que tengan mejor calidad de vida.
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